El nombre ceras, en plural ceratas, proviene de la palabra griega clásica keratos = cuerno y es una referencia a su forma. Son extensiones alargadas y flexibles del manto presentes principalmente en los nudibranquios Aeólidos. Formadas por un tubo lleno de "sangre" que dentro contiene un conducto de la glándula digestiva. Estas estructuras tienen forma cilíndrica o cónica y varían en tamaño, cantidad y disposición dependiendo de la especie. Generalmente, están organizadas en filas o arcos a cada lado del cuerpo, aunque su distribución puede ser irregular en algunas especies.
Desde un punto de vista funcional, las ceratas cumplen múltiples funciones esenciales para los nudibranquios. Como saco lleno de "sangre" y paredes delgadas, su principal función es la respiración. Ademas dentro de cada cerata se encuentra una rama de la glándula digestiva (SD) que se extiende en forma de divertículos digestivos, los cuales también participan en la absorción y almacenamiento de nutrientes. En muchas especies, las ceratas también actúan como estructuras defensivas. En la punta de cada cerata, en la mayoría de los Aeólidos hay un saco, llamado cnidosaco (CS), que almacena nematocistos urticantes que obtiene de los cnidarios (anémonas de mar, hidroides, etc.) de los que se alimentan, liberándolos cuando son atacados.
En muchas especies, principalmente en las que son de coloración transparente o translúcida, gran parte del color del animal depende del color de la glándula digestiva, que puede cambiar cuando cambia el color de la comida que ingiere.