Métodos de defensa
Métodos de defensa
Debido a la pérdida evolutiva de la concha, órgano característico de los moluscos con respecto a su defensa, los nudibranquios han desarrollado diversos mecanismos de defensa. Entre los más comunes se encuentra el aposematismo, mediante la cual exhiben colores llamativos (A y B), advirtiendo a los predadores sobre su posible toxicidad. Muchas especies de nudibranquios poseen toxinas o células urticantes que obtienen de sus presas al digerirlas y que acumulan en el manto (dóridos) o en la punta de los ceratas (aeólidos). Otras especies optan por camuflarse (C), adoptando formas y colores que les permiten confundirse con el medio en el que habitan y pasar desapercibidos, proceso denominado cripsis.